Crear nuevos mundos llenos de color

Cuando jugamos, desconectamos nuestros cerebros de las rutinas y formas habituales del mundo y los abrimos a nuevas posibilidades. Las cosas pueden parecerse mucho al mundo real o ser totalmente ficticias. Sin embargo, los colores tienen significados arraigados que nuestro cerebro interpreta y pueden establecer un tono que entendemos inconscientemente. Por ejemplo: el rojo puede crear sentimientos de urgencia, peligro o excitación y el azul suele inducir calma, confianza o tristeza. Al comprender estos conceptos básicos de la teoría del color, los diseñadores de juegos pueden ayudar al jugador a entender mejor el nuevo mundo que le rodea.

En cuanto a la comprensión del mundo que les rodea, el color se utiliza a menudo como herramienta en los juegos para ayudar a los jugadores a identificar factores como adónde ir o con qué interactuar por el camino. Este tipo de pistas pueden brillar con colores más claros o dorados relucientes y contribuir a que el juego sea más intuitivo. Una paleta de colores bien pensada también mejora el atractivo visual del juego, lo hace más atractivo para los jugadores y les muestra el tipo de juego al que van a enfrentarse.

Los colores ayudan a establecer la atmósfera y el tema de los distintos niveles o entornos del juego. Los colores oscuros y apagados pueden aparecer en un juego de terror para crear una sensación de miedo y suspense, mientras que los colores vivos y brillantes pueden utilizarse en un juego de fantasía para crear un mundo mágico y caprichoso. De este modo, a los jugadores les resulta más fácil sumergirse en la experiencia, a menudo se sienten más conectados con el papel del personaje y experimentan una mayor sensación de inclusión en el viaje, dondequiera que les lleve.

Menos conocido pero igualmente importante, el mundo de la teoría del color también es importante en lo que respecta a la accesibilidad. Al entender el contraste de colores y utilizar patrones o símbolos además del ...